Hay lugares dónde el tiempo pasa diferente y dónde en vez de querer apurarlo o atrasarlo decides adaptarte a él y seguir su trascurso natural.
Menorca lleva un ritmo diferente, un ritmo lento. Ha sido desde siempre un destino slow, mucho antes de que existiera este tipo de turismo. Y sus habitantes son la mayor representación de esta forma de vida; sin prisas, en contacto directo con la naturaleza y el mar, en equilibrio y, extrañamente relajados para los ojos del visitante.
Menorca es segunda isla más grande del archipiélago balear tras Mallorca y la séptima del territorio español. Cuenta con más de 70 playas dónde el azul del cielo se confunde con los tonos turquesas del agua. Pero no es sólo mar, es también naturaleza, tradición histórica, gastronomía y hermosos pueblos dónde lo que prima es el silencio.
El pueblo del silencio
Si te preguntásemos cómo te imaginas un pueblo marinero mediterráneo nos describirías un lugar con casitas blancas, estrechas calles empedradas, pequeños barcos de colores inmóviles en su puerto y un agua muy cristalina. Pues bien…lo tenemos.
Binibeca está situado en la costa sureste de Menorca, a unos 8 km de Mahón, la capital de la isla. Es el pueblo del silencio, y esto llamará especialmente tu atención nada más adentrarte en sus laberínticas calles. Podrías incluso llegar a creer que no está habitado.
Creerás formar parte de una postal durante tu paseo por esta localidad. Te aconsejamos perderte por sus calles y visitar los pequeños negocios locales dónde puedes adquirir productos típicos de la isla e incluso comer pescado en alguno de los restaurantes de la villa.
¿Cómo llegar a Binibeca?
Menorca dispone de un aeropuerto situado en la anteriormente mencionada capital de la isla, Mahón. Binibeca se sitúa a apenas 30 minutos en coche desde el aeropuerto. Deberás simplemente seguir las indicaciones a Sant Lluís y tomar el desvío a Binibeca Vell.
¿Quieres probar un producto local o incluso llevártelo a casa?
No deberías irte de la isla sin haber probado su famoso Queso Mahón, elaborado únicamente con leche de vacas de Menorca. Es un queso elaborado de forma totalmente artesanal y que te aconsejo tanto por su singularidad como por su sabor especial.
Estoy segura que acabas de incluir Binibeca en tu visita a las islas Baleares.
Elena